"Fragmentos de hielo. Lluvia evaporada. Oscuridad. Sientes como una nube de piedra rodea a tu corazón, una nube aparentemente irrompible. Polvo de estrellas, lágrimas de hierro.
¿Realmente pueden dañarte? No... Entonces ¿por qué lloras?
Quieres volar hacia un cielo eterno e infinito teñido de retazos anaranjados. Recuerdos de una mañana que invaden tu mente. Ese día en el que pensaste... ¿realmente así soy yo? Siempre has temido sonreír sinceramente por el daño que esa sonrisa pudiera causarte. Te tapaste con placas de mithril que acorazaron tu alma y la alejaste de todos. Incluso de aquellos a los que llaman familia. Viviste cada instante como si todo aquello fuera a desvanecerse de pronto. Todo era mentira y ajeno para tí. Y jamás creíste lo que todos te decían. ¿Te quieren? ¿Les crees? ¿Les quieres tu a ellos? Si es así... ¿por qué deseas tanto la soledad y la oscuridad desde lo más profundo de tu alma y a la vez... quieres que la más pura luz rompa todas tus murallas?
¿Dolor o cautividad? Nunca supiste decidir porque siempre has temido esa decisión, y te paralizas pensando en medio de ambas cual es la mejor opción.
Sabes bien que algún día te perderas a tí mismo si dejas que tu protección te lleve hacia un futuro borroso. Que no volverás la vista atrás, y que lamentaras cada segundo de tu existencia el no arrepentirte de cada cosa que no hiciste en su momento. ¿Lloras? No. ¿Duele? Sí. Tus lágrimas ahogan a tu corazón desde el interior de su coraza de cristal. Porque en el fondo esa coraza era tan frágil... Y una vez más atrapado por la rutina impulsas el muelle de tu desaparición. No distingues realidad del sueño, porque para tí todo parece irreal. ¿Dónde hallar la realidad, si realmente quieres buscarla? Miedo, inseguridad, dolor, verdad, perdición.... Tus pies te llevarán a aquel horizonte del que jamás volverás... "
No hay comentarios:
Publicar un comentario